Paz Interna

24.10.2012 13:51

“La paz me penetra como una fragancia.

La paz se difunde a través de mí como rayos de luz.

La paz anula en mi toda incomodidad y todo ruido.

La paz ha disipado en mi toda inquietud”.

Swami Yogananda

          Todos los seres humanos anhelamos la paz en un mundo caótico, amenazado por las guerras y la fabricación de armas cada día más sofisticadas y letales, por la desigualdad entre ricos y pobres, entre pueblos con distintas ideologías, por el ataque indiscriminado a la naturaleza y se busca también la paz interna que es fruto de un cuerpo sano, de una mente clara y de un espíritu que pueda expresarse a través de ellos con autenticidad. La paz es una palabra que en todos los idiomas se refiere a estar centrados en nosotros mismos, en armonía.

          La paz, como bien supremo subyace dentro de cada uno de nosotros, a menudo cubierta por innumerables capas de temores, resentimientos y de ignorancia, amenazada por los cambios, silenciada por las voces y los ruidos. Recuperarla es tarea de cada uno.

          Para encontrar la paz interna, se requiere silencio suficiente, calmar la mente. Cuando la paz y la armonía son nuestros huéspedes, es posible penetrar desde la esfera de la propia conciencia individual a estratos más profundos y acceder a la conciencia cósmica. Es posible aspirar a este estado a través de la meditación, uniéndonos con todo lo  creado, y reconociendo que en todas las experiencias y sucesos subyace un sentido. Un sentido que a simple vista puede pasar desapercibido, pero que sabemos que existe. Mirar a través  de la ventana del sentido le otorga una visión diferente a las pérdidas y dolores que soportamos y a la luz de la conciencia la vemos como una oportunidad de crecimiento, de encuentro con la verdad.

          La paz interna se siembra y se cosecha en el día a día, si al ir a dormir diariamente hacemos un balance del bien y del mal, de aciertos y errores, desde el momento en que despertamos hasta que entregamos nuestro día al Creador y si el saldo es bueno para Él, nosotros y nuestros semejantes, podremos entrar en ese espacio de armonía que es la paz interna.

I:. P:. H:. Mónica Gabriela Díaz Aguilar 33° M:.A:.